El miedo es tan simple como complejo para entender que no encontramos una respuesta coherente a ese sentir. Muchas
personas mencionan que es algo heredado por nuestros antepasados, que es normal y muchas cosas más, pero lo más
importante es que está ligado a nuestras emociones. El miedo nos puede paralizar y sentir incapaces de realizar muchas
actividades, más aún si se han desarrollado con alguna enfermedad como la depresión o ansiedad.
Me atrevería a decir que uno de los miedos más complejos son los relacionados socialmente a todo aquello con lo que
tenemos que coexistir, llámese: relaciones personales, oratoria, exposiciones, medios sociales, fiestas, etc. Hay muchas cosas que están enmarcadas como normales y como necesarias para desarrollarnos en las sociedades. Claro que son normales para todos aquellos que nunca han sentido una discapacidad debido a un problema con la salud mental.
Los complejos y otras situaciones incómodas, para la gente que tiene algún padecimiento mental, son parte del existir en
nuestra sociedad, sobre todo cuando cada pequeña cosa parece recordárnoslo, pero la importancia de este mensaje no radica en tener que evitar estas situaciones, sino en tener que enfrentarlas como terapias personales para poder ir quitando esa barrera que nos detiene para desarrollarnos como individuos ante una sociedad estigmatizada y con prejuicios.
Es lógico que no todas las enfermedades mentales o relacionadas a la salud mental son iguales, claro que no, cada una tiene su propio tratamiento, su propia causa, su propia consecuencia, pero todas tiene un punto de coexistencia común y se trata de la sociedad. El mayor esfuerzo está en nosotros, claro necesitamos ayuda espiritual y profesional, y eso debe de ser el motivante para tratar de adaptarnos no una realidad fantasiosa o una realidad impuesta sino a una realidad de querer ser libres sin entorpecer a alguien más, ¿me logro explicar? Sentir esa tranquilidad de no tener ese sentimiento de culpabilidad, sentimiento de temor, sentimiento de inferioridad, dependerá de nosotros y nuestro esfuerzo y por supuesto con la ayuda profesional.
Así como no podemos dejar de lado muchas de las acciones que nos llevan a estar en un entorno con otras personas así mismo es necesaria la ayuda profesional cuando nuestra mente comienza a sentir algo malo. Recuerda que el tratamiento y la ayuda son parte fundamental de tu esfuerzo diario y tu lucha contra los miedos. Atrévete siempre hay formas de levantarse.