Adicción al trabajo

A ver, cómo les explico…

Yo no se si usted que me lee, lo recuerda, pero antes, uno tenía que llevarse el trabajo a la casa y eso implicaba literalmente tener una computadora portátil y que su jefe le autorizara poder sacarla de la oficina, de lo contrario era imposible seguir trabajando después de haber salido de su oficina.  Su jefe nunca le iba a llamar o enviar mensajes a su casa o, si tenía celular, mientras estábamos jugando aquel juego de la culebrita en nuestros entonces modernísimos Nokia.

Sin embargo, desde entonces las cosas han cambiado muchísimo, y es que ahora uno anda el trabajo encima y todos los dispositivos y formas de comunicarnos, nos han hecho más difícil lograr desconectarnos de este mismo, lo cual ha tenido como consecuencia que cada vez estemos más propensos a convertirnos en adictos al trabajo, o workaholic, como lo llaman en inglés.

Pero partamos de cuales son las conductas que tiene una persona que ha desarrollado adicción al trabajo. Entre estas, podemos mencionar:

  • Tiene muchas dificultades para relajarse o mentalmente desconectarse del trabajo.
  • Tiene muchas conductas compulsivas relacionadas con el trabajo, como no alejarse de sus celulares, chequear su correo a cada minuto, entre otras.
  • Suele querer mantener el control a toda hora, se molesta mucho cuando las cosas no salen como lo había planeado o dentro de los tiempos que quisiera.
  • Sus relaciones interpersonales no son adecuadas, debido a que su capacidad de comunicarse es bastante mala, porque suele anteponer el trabajo ante cualquier cosa, aun en las relaciones interpersonales.
  • Se niega a delegar tareas o a trabajar en equipo, prefieren hacerse cargo de todo, todo el tiempo, y hacerlo todo él o ella misma.
  • Todas las valoraciones que hace de sí mismo se centran en los resultados que obtiene o no obtiene en su trabajo.
  • Es incapaz de tomarse vacaciones o descansar.
  • El trabajo se vuelve una idea obsesiva.
  • Usualmente la persona que sufre de adicción al trabajo no detecta que tiene un problema, por lo general la situación es detectada por un familiar o alguien cercano.

Aclaro, no estoy culpando a los actuales medios que tenemos para comunicarnos, ni a la tecnología, ya que todos somos conscientes de como hacemos uso de éstas, que al fin y al cabo, esa parte es nuestra responsabilidad.  ¿Pero entonces qué pasa con las personas que desarrollan adicción al trabajo? Estas personas suelen tener ciertos factores en común, ya que son personas con una baja autoestima, perfeccionistas y que necesitan recibir reconocimiento de los demás por su trabajo.  Además, suelen utilizar su trabajo como un refugio, un escape a sus otros problemas, desean tener poder, por ejemplo ascender en su trabajo, llegar a ser responsables de decisiones que impliquen poder sobre situaciones o personas; son narcisistas y sumamente exigentes con ellos mismos y con los demás. También suelen tener la necesidad de ser admirados por sus compañeros de trabajo y sus jefes, trabajan sin cesar y esto no esta motivado por la existencia de necesidades económicas.

Otro punto importante, es que, en nuestros tiempos no se distingue entre sexos, ya que, antes solía ser un padecimiento más común en los hombres, pero en los últimos años han aumentado notablemente los casos de mujeres que la padecen y en total se calcula que el 20% de la población mundial es adicta al trabajo.

Todo esto suele traducirse en consecuencias para la vida personal, social y familiar del adicto al trabajo, ya que, estas personas suelen alejarse social y afectivamente de quienes los rodean, además como suelen anteponer el trabajo a cualquier cosa van dejando en segundo plano su interés por las personas.  Debido, también, a que su comunicación es muy mala, se ven afectados por esto en sus relaciones interpersonales.

Sumemos a lo que ya mencioné que cuando es el área familiar, debido a que es un ser  cercano quien usualmente detecta la adicción al trabajo esto suele complicar la situación, ya que quien la padece se defiende, niega y puede hasta tornarse agresivo.

Cuando hay hijos suele transmitírseles mucha presión, en el tipo de trabajos a los que deben aspirar, la cantidad de dinero que deben ganar, el éxito que deben alcanzar, etc., minando las relaciones entre padres e hijos y muchas veces haciendo que los hijos se sientan insuficientes, no importando los logros que alcancen.

Estas personas suelen aislarse, lo cual en algunos casos termina llevándolos al divorcio y/o la destrucción de la armonía familiar.

Si usted quiere ayudar a alguien que tiene adicción al trabajo, debe tener en cuenta que una de las cosas que suele favorecer dicha adicción es que quien la sufre no considera tener o ha olvidado tener afectos significativos, entonces esa es la parte que debe recuperar y que la familia está en condiciones de recordarle.  Sin embargo, es necesario incentivar a esta persona a buscar ayuda profesional, y esto muchas veces implica llevarlo, casi a la fuerza, al psicólogo y confrontarlo dentro de la sesión.

A grandes rasgos, durante la terapia para tratar la adicción al trabajo, es necesario reforzar su autoestima, trabajar en la capacidad de comunicarse y sacarlo de su aislamiento. Es necesario también enseñarle como recibir recompensas o reconocimiento de otros lugares, estimular a que priorice sus actividades de forma más equilibrada, trabajar los vínculos afectivos entre otras cosas.

En este caso para determinar la ayuda que se le daría es necesario explorar primero cada caso, para así poder determinar qué factor, en esta persona en particular, es el que le está generando dicha obsesión por el trabajo, porque la fuente o causa principal suele variar de una persona a otra.

¿Qué pasa sino se trata?

Empiezan los problemas de salud, consecuencia de la adicción al trabajo: problemas gástricos, problemas de sueño, ansiedad, depresión, síndrome de agotamiento profesional (o el famoso burn out, en inglés),  problemas musculares como espasmos, enfermedades cardiovasculares, además suele estar asociado con el consumo excesivo de alcohol y sustancias.

Como conclusión, tenemos que ser más conscientes y lograr desconectarnos de nuestro trabajo. Solo teniendo un equilibrio podemos llegar a ser plenos y sanos. Esto es un proceso constante que requiere esfuerzo diario.

 

Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Dina Semsch, puede leer el artículo original haciendo click aquí

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