El 2020 fue un año duro para todo el mundo. En El Salvador, la pandemia solo resaltó más nuestras carencias como sociedad e intensificó las condiciones y enfermedades de muchos, debido al estrés, incertidumbre y tragedias que todos en mayor o menor medida atravesamos. Nuestro mayor desafíos durante el COVID-19 fue velar por la salud mental de la población en plena pandemia. Estábamos conscientes de que las personas no solo necesitaban alimentos para sobrevivir, sino que también, muchos necesitaban tratamiento psicológico. Fuimos uno de los países con cuarentenas más largas, esta acción era necesaria para evitar los contagios; sin embargo, trajo muchas consecuencias para el bienestar emocional de los salvadoreños.
Conscientes de la necesidad de articular fuerzas, de manera rápida, para apaciguar el malestar emocional de la población, decidimos crear un directorio de profesionales de la salud mental que brindaran apoyo emocional gratuito vía online. Empezamos pidiendo en nuestras redes sociales que quienes quisieran sumarse, a la causa de manera voluntaria, llenaran un formulario para ser incluidos en nuestro directorio. La ayuda se hizo llegar desde los primeros minutos de la publicación. Dina Semsch, activista por la salud mental y miembro de la Junta Directiva, nos ayudó mucho a difundir el mensaje tanto en sus redes sociales como en programas de radio y televisión a los que era invitada. Nuestro directorio tuvo exposición en los principales diarios de el país, en programas radiales, en páginas webs de otras ONG’s y hasta en páginas oficiales de partidos políticos.
Agradecemos a todos los héroes que se sumaron a la causa y que brindaron apoyo emocional de manera gratuita, ya que sin todos los voluntarios nuestra idea y ganas de ayudar se hubieran quedado solo en eso: ideas y ganas. Sin los voluntarios no hubiésemos podido hacer casi nada, ya que la ayuda debía ser no presencial y debía expandirse rápidamente por todo el país.
El proceso para poder recibir apoyo era muy fácil. Al ingresar a nuestro sitio web había un banner principal que te llevaba al directorio. En el directorio encontrabas nombre del psicólogo o psiquiatra, número de Junta (dicho número es brindado a los profesionales como certificado de que pueden ejercer su profesión), correo electrónico, teléfono de contacto y medio virtual por el que podía brindar apoyo emocional.
Como Fundación estamos conscientes de la importancia de la educación y concientización sobre la salud mental. Por lo que, aparte del funcionamiento del directorio, sabíamos que teníamos que llevar nuestro mensaje a más personas a través de las plataformas que se potencializaron durante la pandemia: plataformas virtuales.
Así pues, brindamos talleres educativos y de sensibilización a empresas, otras ONGs, instituciones civiles, a instituciones de educación superior, a plataformas de escucha ciudadana y política.
Fuimos de las instituciones que aperturaron el Generation Now, un movimiento a nivel Latinoamericano de jóvenes de 12 a 18 años.
La digitalización obligatoria del 2020, nos permitió llegar a muchas más personas y con esto pudimos impactar muchas más vidas.
La tarea es grande y todavía continúa, ya que lamentablemente, las predicciones de los expertos en el tema es que la segunda pandemia sea una de salud mental. Como Fundación estamos comprometidos y no descansaremos hasta llegar a cada rincón de la región. Ya que con educación, podemos prevenir el 30% de los trastornos mentales. Necesitamos ser educados para disminuir las cifras tan alarmantes que tenemos de suicidio, depresión y ansiedad. Solo hablando del tema, podremos hacer algo al respecto.